viernes, 22 de octubre de 2010

Michael Bielicky y Kamila Richter transforman la piel de San Agustín


Invitados por LASA, los dos artistas checo-alemanes Michael Bielicky y Kamila Richter presentaron un video en San Agustín. Este trabajo se inspira de Falling Times, “una máquina de traducción permanente, creciente y en tiempo real de noticias que representan constantemente informaciones que aparecen y desaparecen sobre nuestros tiempos, y al mismo tiempo, la caída de nuestra civilización occidental decadente” (fuente y más información en: http://www.fallingtimes.info/)

Los artistas eligen un edificio en el lugar donde están invitados y buscan paralelamente una conexión a Internet por Wifi. A partir de varias palabras claves relacionadas a diversos temas presentes en fuentes de información de la Web, un programa las transforma en interpretaciones gráficas. Así la proyección es la traducción gráfica en tiempo real del contenido de información presente en el ciberespacio.


Los pictogramas aparecen simulando una cascada, dando una impresión de caída de todos estos símbolos de la sociedad occidental que inundan casi todos los espacios disponibles, tanto privados como públicos. Cada gráfico es animado además de su movimiento predeterminado hacia abajo. La profusión de los pictogramas y sus animaciones crean una hiper estimulación del ojo, creando una confusión, amplificada por una sensación opuesta de relajación e hipnotización que provoca este movimiento hacia abajo. En el medio del desorden de la percepción, el público trata de interpretar cada símbolo y tiene la oportunidad de disparar con el mouse sobre las figuras para eliminarlas o multiplicarlas, en función del curso de la Bolsa de Valores.

En San Agustín, la curadora del proyecto LASA, Aurélie Sampeur, invitó a la pareja de artistas a presentar su trabajo sobre un edificio, construido para médicos. Después de cumplir una misión de varios años en países cooperantes con Cuba, estos profesionales de la medicina tienen el derecho, a un apartamento para su familia. Estos edificios fueron los primeros construidos en los años 2000 después de 20 años sin evolución urbanística del reparto. Son entonces símbolo de la contemporaneidad y del desarrollo del país como también de un éxito social de una parte de la población gracias a su trabajo en el exterior del país. Los médicos traen consigo noticias y experiencias del mundo que no siempre son conocidas en Cuba. Encarnan un tipo de mundialización de los servicios a través de la exportación controlada de sus cerebros por el país.

El edificio elegido para la proyección del trabajo de Michael Bielicky y Kamila Richter está ubicado en una cruz de calles principales del reparto, lo cual permitió un amplio y variado público de transeúntes a pie y motorizados; así como de pasajeros de ómnibus pasando casualmente por este lugar que veían la obra. Como la conexión a Internet por Wifi en Cuba es casi inexistente, la velocidad y densidad de la información son mucho más lentas y bajas en la Isla que en la mayoría de los otros países, los artistas adaptaron “Falling Times”. En esta ocasión, en vez de tener una traducción gráfica de las informaciones que circulan en Internet en tiempo real, eligieron con antemano los temas principales que están presentes en el ciberespacio y sus interpretaciones gráficas aparecieron de forma aleatoria sobre la fachada del edificio. También incluyeron algunos elementos cubanos, tales como sitios geográficos y personas políticas importantes del país.

Después de Sao Paulo, Berlin, New York y otros sitios cosmopolitas, centros de la geopolítica, la pareja de artistas checo-alemanes tuvieron la oportunidad de confrontar su trabajo a un tipo de contexto y público con, supuestamente, otros tipos de códigos, ya que la información fluye con otro ritmo en la Isla. Pero aparentemente los transeúntes no tuvieron ningún problema para reconocer las grandes temáticas de nuestro planeta ni identificarse con ellas, prueba de que vivimos en un mundo donde la información global está presente en todos los rincones de nuestras vidas, sin fronteras físicas y políticas.