Desde hace algunos años, el trabajo de Candelario se inscribe en el marco de una investigación sobre la relación de su cuerpo con el espacio que le rodea. Lleva a cabo una investigación identitaria para la cual manipula diferentes instrumentos que se formalizan en el proyecto LASA y realiza experimentaciones artísticas tales como Urbanízame, un performance de dos horas frente al primer edificio donde vivió.
gráficamente por estudiantes de Arquitectura sobre una tela gigante. En su avance, elementos urbanos como árboles, casas y edificios son fijados sobre el plano de la ciudad inmóvil, que se prolonga poco a poco sobre
los cuerpos de los tres performers (Candelario, Liansit Monzón y Pedro Montiel) y luego sobre los visitantes y transeúntes presentes.
Candelario aborda el territorio como una entidad viva a la cual su cuerpo pertenece e invita al público a compartir esta experiencia, cada uno encarnando y asumiendo entonces una parte de este territorio; ofreciendo movilidad a un espacio preso del cual todos se van sin regresar.