miércoles, 3 de marzo de 2010

Construccion primera parada en el marco de los ENSAYOS PUBLICOS#4:el tacto



Caracol: una parada creada por Esther Suarez Llanes
La parada que crea Esther Llanes Suarez se ubica en uno de los 4 centros de San Agustín: avenida 250 que atraviesa el reparto de norte a sur y la calle 37. Este lugar acoge diferentes servicios fundamentales tales como el supermercado de 250, la cadeca, el correo, varios kioscos gastronómicos, una escuela primaria, algunas carnicerías, una guarapera, una sala de video. Los edificios de servicios públicos (mercado y escuela) están diseñados con sistemas prefabricados construidos entre finales de los años 70 y comienzo de los años 80, casas de un nivel de los años 1950, construcciones de sistemas prefabricados de los 1990 (sala de video) y 2000 (pequeño mercado en divisa).

Desde el 2008, con la renovación del parque de ómnibus de La Habana, se establecieron nuevas rutas para el transporte público. A raíz de este cambio, tiene parada el P5 en avenida 250 y calle 37, que sale del paradero de San Agustín y llega hasta la estación de trenes del Centro de La Habana, una ruta muy utilizada por los Habaneros.

La falta de señalización de la parada de avenida 250 y calle 37 y de protección para los pasajeros que esperan el transporte por una parte, la monotonía arquitectural local por otra parte determinaron la elección de este sitio para la primera parada realizada por LASA – laboratorio artístico de San Agustín en el marco de los ENSAYOS PUBLICOS #4: el tacto.

Esther Llanes Suárez decidió trabajar con el tema del caracol por su forma de espiral, símbolo de evolución, movimiento, energía, equilibrio, progreso, rotación, vida y dinamismo. La arquitecta parte del hecho que los pasajeros regresan regularmente a la parada. Además el viaje típico es que salen de su casa, cogen el ómnibus para ir a un lugar determinado y regresan a su casa. Efectúan un viaje circular y diario a través la ciudad que Esther Llanes asimila con él carácter cíclico de la vida y representa por un caracol.

La parada, según Esther Llanes Suárez, tendrá como objetivo la protección a las inclemencias del tiempo y la mejora de la comodidad para los futuros pasajeros durante su espera. El caracol es el espacio de descanso y la armadura del molusco. Así, la arquitecta entierra la parada, jugando con la inclinación natural del terreno y aprovecha la sombra de los pocos árboles ya presentes. Se inspira también del estilo de los caracoles que utiliza Fabelo en sus obras, prolongaciones de las cabezas completamente integradas, tales como la parada para el uso de los pasajeros.

“Caracol” es la primera creación de esta joven arquitecta graduada de la Facultad de arquitectura de la Habana (CUJAE). Ganó el concurso que lanzó LASA en 2008 para la realización de nueve paradas en San Agustín. Su propuesta incorpora el deseo de LASA de afirmarse como plataforma para la experimentación de arte contextual en el espacio público.