Pensar en la construcción de “esculturas efímeras habitables” en el ámbito urbano como una suerte de “entre lugares”, localizaciones geográficas de pequeñas utopías, lugares concretos que alberguen el imaginario y que inviten al habitante de San Agustín a experimentar en torno a su propia-percepción regenerando, además, un cierto sentido de pertenencia urbana al espacio público.
Ingresar al interior de estructuras esféricas que dejen pasar la luz y que inviten a pequeños desplazamientos o viajes hacia el interior, a fin de interferir en la escala que cada uno tiene en relación a su territorio y a su propio cuerpo; variar cierta movilidad interna como puede ser la respiración o la visión, de forma que tengan lugar, a su vez, cambios en la propia-percepción. Tal vez, estimular mínimas transformaciones en la manera de percibir y relacionarse con el entorno.
A la salida de la Escultura efímera habitable se pedirá a los participantes que escriban una pequeña frase a modo de testimonio de su experiencia, luego se hará una selección de algunas de éstas para ser proyectadas en los muros urbanos de San Agustín.
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